Os queremos contar una cosa que pasó hace unos días en clase.
Al volver del recreo estábamos bebiendo agua y aparecieron unos brillantitos que "bailaban" por el suelo y por una estantería de clase.
Resulta que se movían al rito de Aroa. Ella se dio cuenta que si se movía, se movían mas rápido. En cambio, si se paraba y se quedaba quieta, casi casi no se movían.
La profe nos preguntó qué podía ser.
- Pues son brillantitos que salen con el sol.
- No... ¡es magia!
- Pues la tiene Aroa.
- Pero bailan a ratos.
- Se quedan quietos con ella.
- No... es el vestido que tiene puesto ella (Aroa).
- Yo creo que es el sol, que da en los brillantes de Aroa y se ven así ahí (en la estantería).
Aroa se movió de sitio, donde el sol no entraba directamente de la ventana, y sí, los brillantitos desaparecieron.
- ¡¡Se han muerto!!
- ¡¡Que no!!, vuelve al sol.
Y volvieron a aparecer.
A los días, Martina vino a clase con una camiseta de lentejuelas rosas, y ¿sabéis que?, aparecieron un montón de brillantitos que bailaban por el suelo de clase. Y aunque muchos nos tiramos al suelo para cogerlos, esta vez ya sabíamos el truco.
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